Cómo liderar personas que no están de acuerdo con los valores de la empresa

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El otro día estaba visitando a un cliente cuando hicieron un comentario que me hizo pensar. El comentario fue el siguiente: «Estamos enseñando a las personas los valores básicos, cuando tenían que venir con ellos incorporados de casa».

Esta simple frase me llevo a la siguiente conclusión: las empresas son como nuestra casa. Cuando nos casamos y formamos una familia intentamos vivir con unos valores y principios que nos garanticen la armonía y el equilibrio de la familia. Cuando esos valores o principios se pierden o desgastan, la familia se desestructura y sufre.

En la empresa sucede lo mismo. Necesitamos tener unos valores y principios como guía, que nos garanticen la buena convivencia, relaciones saludables, nos aseguren el equilibro y dejen a la empresa crecer sin hacer foco en conflictos que solo limitan el avance tanto empresarial como personal.

La pérdida de estos valores en la sociedad moderna está afectando a las empresas. Valores como la justicia, la ética, la humildad, el sentido común y la comunicación tienen que ser revisados en las organizaciones.

Los líderes tienen un gran desafío por delante, además de centrarse en los resultados, deben lidiar con la falta de estos valores en sus equipos y con los conflictos que esto genera. ¿Tuviste colaboradores que te engañaban? O que ocultaban información y no eran transparentes? O que se sobrevaloraban en detrimento del resto del equipo?

¿Qué hacer durante estas situaciones? Debemos ser firmes y claros en nuestros mensajes. No dejar que estas actitudes se sobrepongan siendo rápidos y esforzándonos en los principios correctos. Estos valores son la base de nuestra área, de nuestra empresa. Si no somos guardianes de los mismos, nuestra área se desestruturará y sufrirá como la familia mencionada anteriormente.

1 comentario
  1. un invitado
    un invitado Dice:

    Valores
    Estoy totalmente de acuerdo con usted. Me parece que, a la hora de abordar cualquier cambio en una organización, hay que valorar el grado de resistencia de las personas que la integran. Pero, si me apura, antes creo necesario revisar la lista de prioridades con la que se va a llevar a cabo. Porque en esa lista ineludiblemente deben figurar los valores y los principios que lo van a pilotar. Hay que ser valiente para afrontar el futuro de nuestras organizaciones. Y generoso, leal, sincero, honrado, etc.
    Dos ejemplos de muchos:
    1. Que, para empresas, organizaciones e instituciones, el retorno social de sus actividades conste como beneficio en su cuenta de resultados.
    2. El valor de algunos líderes para renovarse primero ellos mismos.

    Edmundo Velasco.
    Psicólogo social.

    Responder

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