Rol del empleado en las oficinas del futuro

El empleado de la oficina bancaria del futuro estará muy alejado del actual, que actúa de forma reactiva y que dedica gran parte de su trabajo a gestión operativa o colocar «productos» por campañas. En estas oficinas donde la actividad financiera estará en un segundo plano, su habilidad principal será la de conocer al tipo de cliente que tiene delante (escuchar y empatizar) para poder construir un «itinerario» financiero que cubra todas sus necesidades cómo cliente. Desarrollará habilidades comerciales «consultivas» y personalizadas.

Se atenderá al cliente de tú a tú, tomando café o escuchando un concierto en la oficina. Con zonas privadas para tratar temas más delicados. No existirá el concepto actual de empleado tras mostrador, sacando dinero de un dispensador y haciendo ingresos y reintegros. De hecho el dinero será prácticamente marginal.
Y es que las actuales oficinas responden a un modelo pensado para las necesidades de hace 20 años en las cuales se han ido introduciendo parches y mejoras. La oficina del futuro deberá responder a las necesidades de los actuales niños o los hijos de esos niños a los que los reyes magos regalan un Tablet y juegan en red con personas de cualquier parte del mundo.

A pesar de que una mirada cortoplacista parce empujar a abortar cualquier tipo de proyecto que no garantice la «viabilidad» de los próximos años, desde nuestra opinión, aquellas entidades que sean capaces de anticiparse y empezar a construir desde «ya» una oficina o una forma de relacionarse» totalmente» diferente con los «totalmente» diferentes clientes del futuro, serán aquellas que obtengan una ventaja competitiva que garantice al viabilidad en los próximos 15 años.