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En busca de una experiencia óptima de aprendizaje

Todos llevamos varios años tratando de fomentar una cultura de autoaprendizaje en nuestras Organizaciones y animando a nuestra gente a la corresponsabilidad en esto de la formación. Por esta razón, la idea de diseñar nuestra propia “Learner Experience” tiene sentido bajo la premisa de que todos nos apuntamos de forma más fácil a aquello que más nos gusta.

¿En qué consiste exactamente el concepto de Learner Experience?

Consiste en llevar los parámetros de Customer Experience, donde se crean los servicios y soluciones poniendo al cliente en el centro, a la función de aprendizaje. Por lo tanto, se trata de diseñar las soluciones de aprendizaje y desarrollo colocando al aprendiz en el centro, utilizando las técnicas de Design Thinking y de Canvas para su diseño y creación.

Es un concepto muy ligado al de “Experiencia del Usuario”, y esto significa que debe tener en cuenta TODO aquello que los destinatarios de la formación experimentan, sienten, viven y padecen relacionado con los programas de aprendizaje, y no solamente durante el momento del despliegue de los mismos.

¿Qué pasos debemos seguir para diseñar la Experiencia de Aprendizaje en nuestra Organización?

En primer lugar, debemos asegurarnos una profunda comprensión y conocimiento del participante como individuo. Para conseguirlo es razonable tratar de segmentar a nuestra población de aprendices en diferentes segmentos con “semejanzas demográficas”: ¿Cómo son? ¿Qué buscan en el aprendizaje: empleabilidad, promoción, titulación, networking, compartir experiencias profesionales? ¿cómo están acostumbrados a aprender y/o cómo prefieren hacerlo ahora?

En segundo lugar, diseño de la experiencia óptima de aprendizaje. El objetivo es construir el “viaje del aprendizaje” en nuestra Organización, primero a un alto nivel para posteriormente irle añadiendo concreción. Para ello debemos identificar los puntos de contacto de los empleados con la formación, entender cómo los viven, conocer el gap emocional respecto a la situación óptima y tomar decisiones que nos permitan reducirlo.

Tercero, debemos definir los requisitos que nos permitan implementar la experiencia diseñada. En este punto debemos pensar en qué funcionalidades debemos incorporar para garantizar una buena experiencia al usuario. ¿Por qué nuestros hijos pasan tanto tiempo en Youtube y además sin necesitar de nuestra ayuda? ¿Hay funcionalidades de este tipo de aplicaciones que podamos replicar en nuestra oferta de formación? ¿Qué otros elementos sería recomendable incorporar a nuestro aprendizaje: por ejemplo, minivideos introductorios descriptivos de cada programa, posibilidad de descargar los contenidos en mi propio dispositivo, livechats de atención al usuario?

Cuarto y último; es necesario comprobar si de verdad gustamos, definiendo las métricas que nos permitan medir la experiencia del aprendizaje y el número de fans con los que contamos: popularidad de los programas, número de descargas, número de “likes”, porcentaje de conversión (cuántos de los que ven el video descriptivo acceden o se apuntan al programa), o porcentaje de finalización son algunas de las mediciones que convendría realizar.

 

En el último Informe de Tendencias Overlap 2017 – 2020 hablamos del diseño de la “Learner Experience” junto a otras diez tendencias más relacionadas con el aprendizaje, el liderazgo y el negocio. Si estás interesado en conocerlo, no dudes en contactar con nosotros. ¡Trataremos de que tengas una buena experiencia de aprendizaje!

 

Arturo Reglero
Gerente de Banca y Seguros de Overlap España

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